Cuando el Amor venga de repente y llame
a tu ventana, corre y déjalo entrar pero primero
cierra la puerta de tu razón.
Incluso el más pequeño indicio ahuyenta al amor
como el humo que ahoga la frescura
de la brisa matinal.
Cuando el Amor venga de repente y llame
a tu ventana,
corre y déjalo entrar pero primero
cierra la puerta de tu razón.
Incluso el más pequeño indicio ahuyenta al amor
como el humo que ahoga la frescura
de la brisa matinal.