Eres el sol que en mi alma despierta,
brisa que enreda mi piel en suspiros,
luz que ilumina mi senda desierta,
sueño infinito en mis dulces delirios.
Mishi Eres el sol que en mi alma despierta,
brisa que enreda mi piel en suspiros,
luz que ilumina mi senda desierta,
sueño infinito en mis dulces delirios.
Con otro poema se quita la blusa
Mishi trabaja con gran fervor,
pero su belleza, como un fulgor,
brilla más que el sol al amanecer,
su mirada es un placer a entender.
Entre papeles y tareas mil,
su encanto es un delicado perfil,
y aunque el trabajo la hace estar ocupada,
su belleza nunca queda olvidada.
Devastado por tus palabras…
Se oía un llanto que no dejaba rastro…