En la noche oscura navego en silencio,
Hacia luces lejanas que brillan tan dentro.
Cada estrella distante, un mundo escondido,
Una chispa en el todo, un sueño perdido.
El viento acaricia la flor,
sus pétalos son suaves al sol,
bailan en el aire, como un clamor,
en un juego eterno, sin control.
La flor se inclina, humilde y serena,
mientras el viento la besa,
su fragancia llena la escena,
y el mundo se detiene, en belleza.
Pero el viento se va,
y la flor, en su quietud, se queda,
esperando el retorno, sin hablar,
sabiendo que todo pasa y se queda.
Te busqué en el viento,
en la calma del mar,
y escuché tu voz en el eco
que me invitaba a amar.
Tu risa es la melodía
que danza en mi mente,
y aunque estemos lejos,
siento que estás presente.
El amor no es una distancia,
es un latido profundo,
que resuena en el alma
y vive en cada segundo.
Si el sol cada día vuelve a despertar,
es porque tu risa lo quiere mirar.
Las nubes susurran que traes color,
pues con tu alegría pintas el sol.
No hay sombra que pueda opacar tu luz,
ni un mal día que robe tu azul.
Así que sonríe, no hay más que decir,
¡el mundo es más bello si te ve reír!
No hace falta un gran motivo,
ni esperar una ocasión,
sonríe sin razón alguna,
¡hazlo por pura emoción!
Que tu risa sea un eco,
que contagie sin querer,
pues quien ríe sin medida,
sabe mucho de querer.
Si el sol cada día vuelve a despertar,
es porque tu risa lo quiere mirar.
Las nubes susurran que traes color,
pues con tu alegría pintas el sol.
No hay sombra que pueda opacar tu luz,
ni un mal día que robe tu azul.
Así que sonríe, no hay más que decir,
¡el mundo es más bello si te ve reír!
Eres rayo de mañana,
eres brisa de verano,
tienes luz en la mirada
y en el alma mil abrazos.
No hay tristeza que te alcance,
ni tormenta que te apague,
pues donde pisas, florecen
mil sonrisas en el aire.
Si un suspiro te hace volar,
si un"te quiero" suena a cantar,
si una risa puede brillar,
¡no dejes nunca de soñar!
Las penas pequeñas se irán,
las grandes pronto se calmarán,
y entre chistes y carcajadas,
verás que todo mejora al final.
No temas la noche, tampoco el dolor,
que el sol más brillante, también se ocultó.
Si caes mil veces, mil veces levanta,
pues solo quien lucha, la vida aguanta.
Grita tu risa, calla tu miedo,
vive con fuego, con paso ligero.
Que el tiempo es un ave, que pronto se va,
y solo el recuerdo nos puede quedar.
Cada paso es una siembra,
cada acto, un porvenir.
Si das amor sin barreras,
te llenará al existir.
No cuentes solo los días,
haz que cuenten para ti.
Reloj que nunca descansa,
instantes que van y vienen.
Hoy sonríes, mañana lloras,
pero siempre sigues y aprendes.
Crece alto como un roble,
sin miedo a caer jamás,
pues aunque el viento te doble,
tus raíces firmes van.
Cada día es un espejo,
muestra aquello que le das,
si le entregas luz y sueños,
te devuelve mucho más.
A veces la vida es risa,
otras veces, un suspiro,
pero todo lo que duele
nos recuerda que vivimos.
En cada risa hay un eco,
en cada lágrima, un mar,
pero el alma sigue viva
mientras sepa amar.
No todo se dice en palabras,
no todo se expresa en la voz,
hay miradas que gritan ausencias
y abrazos que llevan calor.